Click acá para ir directamente al contenido

Greenpeace: Hay 400.000 familias chilenas que dependen de un camión aljibe para lavarse las manos

  • Lunes 23 de marzo de 2020
  • 09:22 hrs

La ONG advierta sobre una enorme desventaja entre los privilegios que tiene el sector productivo en relación con los hogares de miles de familias.

Ayer domingo se conmemoró el Día Mundial del Agua, y ha sido en este contexto que Greenpeace recordó que hay 400.000 familias chilenas que están siendo abastecidas de agua a través de camiones aljibes y que se encuentran en clara desventaja para protegerse ante la emergencia sanitaria por la expansión del coronavirus.

“La situación de emergencia sanitaria que enfrentamos deja en evidencia la grave falta de acceso al agua que sufren miles de familias en Chile. Hay una enorme desventaja entre los privilegios que tiene el sector productivo en relación con los hogares de miles de familias. Es duro decirlo, pero hoy, en medio de la emergencia por el coronavirus, los paltos y empresas mineras de Chile tienen más agua disponible que una familia que quiere lavarse las manos para protegerse de la enfermedad”, dijo Matías Asun, director nacional de Greenpeace.

De acuerdo con la ONG, hoy hay 147 comunas con escasez hídrica y, en las actuales circunstancias de emergencia sanitaria, la mayor necesidad de higiene hará que cada chileno sume a su gasto diario de agua el equivalente a una ducha de cinco minutos, es decir, de 60 a 80 litros extras de este recurso.

En este contexto, muchos embalse encargados de aprovisionar agua potable a la ciudadanía, en medio de la crisis sanitaria, exhiben niveles críticos. Así, por ejemplo, El Yeso, que entrega agua a Santiago, está a un 40% de su capacidad, mientras Peñuelas y Aromos, los dos en la región de Valparaíso, tienen menos de un 1% de capacidad. 

“Es evidente que el país requiere en su próxima discusión constitucional un análisis profundo respecto del uso que daremos al agua en el futuro. Es efectivo que hoy el agua está reconocida como un bien nacional de uso público, pero el problema es que permite que privados y empresas puedan establecer derechos de aprovechamiento de carácter perpetuo. Es cierto que enfrentamos una megasequía, pero también es verdad que hemos asistido durante ya demasiado tiempo a un megasaqueo que hace urgente una modificación al Código de Aguas y a la Constitución”, señaló Matías Asun.