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Zoonosis: ¿Cómo un virus pasa de un animal a una persona?

  • Martes 7 de septiembre de 2021
  • 09:59 hrs

Las zoonosis “forman parte de un plan de la OMS que tiene como objetivo mitigar los efectos nocivos de estas enfermedades y controlar posibles brotes”, advirtió la Dra. Vivian D´Afonseca.

La capacidad de mutar en general se origina por los cambios que ocurren en el contenido del material genético que poseen los seres vivos e igualmente los virus. “Ya sea por mutaciones, recombinaciones, ganancia o pérdida de parte de su secuencia genómica. Estos cambios pueden ser el resultado de la interacción con factores internos (es decir, como resultado de procesos celulares) así como con factores externos (por compuestos químicos)”, comentó la Dra. Vivian D´Afonseca Da Silva, investigadora del Centro de Investigación en Estudios Avanzados (CIEAM) de la Universidad Católica del Maule (UCM).

Según explicó, en el caso de los virus, las mutaciones suelen estar presentes y suelen ocurrir como resultado de su proceso de replicación, lo que puede generar cambios específicos y puntuales en su secuencia genómica original. 

En ese sentido, continuó la experta UCM, es bueno comprender que las mutaciones en los virus pueden surgir como resultado del proceso de replicación de su material genético y pueden estar asociadas con ciertas enzimas que participan en la replicación. “Sin embargo, también pueden surgir por la acción de enzimas presentes en el huésped e incluso, por daño espontáneo a los ácidos nucleicos. Generalmente, los virus de ARN como es el SARS-CoV2 tienden a tener una tasa de mutación más alta que los virus de ADN (…) En el caso de los coronavirus, se observa una menor tasa de mutación y esto probablemente se deba a la acción de una enzima que podría corregir los errores producidos en los procesos de replicación”, señaló la doctora D´Afonseca.

Además, complementó, el tamaño del genoma, el grado de fidelidad de la enzima que corrige los errores posteriores a la replicación, entre otros factores, también pueden influir en la tasa de mutación viral.

“De manera muy general, no todas las mutaciones se establecerán definitivamente en un genoma. Generalmente las mutaciones que confieren una ventaja adaptativa, como el aumento de la transmisión viral o la capacidad de evadir el sistema inmunológico del huésped, pueden aumentar su frecuencia en la población. Cuando esto sucede, es probable que surja una nueva variante o cepa, que se diferencia por la presencia de una o más mutaciones en relación al genoma del virus original”, afirmó la investigadora del CIEAM UCM.

De un animal a una persona

Sobre qué tan común es que un cierto virus que poseen un animal se traspase al ser humano, la doctora D´Afonseca, sostuvo que actualmente existen varias enfermedades conocidas  como son leptospirosis, hantavirus, rabia, salmonelosis, entre otras, que provienen de un antecedente de transmisión animal-humano, es decir, son una zoonosis. “Asociado con ellas hay una larga lista de patógenos que van desde bacterias hasta virus. Estos patógenos se pueden transmitir a los seres humanos de diferentes formas, ya sea a través de la práctica agropecuaria, a través de los animales domésticos o provenientes del medio ambiente. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el contagio puede ocurrir a través del contacto humano directo con agua, medio ambiente o alimentos contaminados”, explicó. 

Las zoonosis, detalló la científica de la UCM, “Son un problema de salud pública y forman parte de un plan de la OMS denominado One Health, que tiene como objetivo mitigar los efectos nocivos de estas enfermedades y controlar posibles brotes. Los mercados ilegales para la venta y consumo de animales silvestres son extremadamente dañinos, ya que pueden exponer ciertos patógenos con capacidad de infectar a humanos que aún no han sido descritos o todavía no poseen un tratamiento adecuado. La práctica agropecuaria también puede exponer a los trabajadores a un ambiente con alta contaminación por antibióticos, lo que puede llevar al contacto con patógenos humanos multirresistentes a los antibióticos”.

Y es que a juicio de la experta, “la alteración del medio ambiente promovida por el hombre también genera un desequilibrio en el hábitat de ciertos animales que puede ser un punto de transmisión de enfermedades entre animales y humanos. El peligro de esto es que cuando un patógeno que se encuentra en su reservorio natural y que puede desarrollar una enfermedad grave, sin tratamiento disponible en humanos, es expuesto al contacto con humanos por los medios mencionados. Una medida muy simple, pero efectiva para evitar las contaminaciones por los patógenos zoonoticos es lavarse siempre las manos al manipular animales y alimentos de origen animal, además de lavar bien frutas, verduras y legumbres antes de su consumo y evitar el consumo de carnes crudas”.