Click acá para ir directamente al contenido
El caso de Leslie sorprende desmitificando la cirugía plástica como algo superficial:

“Ya me cambió la vida definitivamente, de acá para adelante no quiero recordar esa faceta de no mirarme al espejo, de pasar de largo”

  • Viernes 10 de febrero de 2023
  • 15:37 hrs

Leslie Tobar, de 44 años, ha sido un emblemático caso que se ha tomado el matinal de un reconocido canal, llegando con su historia a muchas mujeres que se han sentido identificadas.

Esta madre de tres hijos, hace mucho tiempo buscaba hacer un cambio en su vida, quitarse “eso” que para sus ojos era un gran complejo. No solo por el aspecto físico, sino por el dolor que le causaba.

Luego de cotizar y darse cuenta de que el acceso a la cirugía plástica no es fácil en Chile, llegó hasta la Clínica Made Esthetic, donde logró operarse de una reducción mamaria; cuyo objetivo fue disminuir el tamaño de la mama, extrayendo el exceso de grasa, tejido y eliminando la piel sobrante. La cirugía a cargo del Dr. Cristián Arriagada y con ayuda del Dr. Roberto Maquiavelo, duró dos horas y media y fue de carácter ambulatorio. Cabe destacar que, este tipo de intervenciones requiere la unión entre cirugía plástica y reparadora.

¿Cómo ha sido su recuperación?

“La recuperación ha sido buena, he estado tranquila con harto apoyo, ahora que empecé con las sesiones de kinesiología un poquito adolorida, pero nada que no se pueda tolerar, la recuperación ha sido super buena, 0 dolor, lo que para mí ha sido maravilloso.”

¿Cuándo comenzó o el tema físico comenzó a complicar su día a día?

“La verdad es que siempre me ha complicado el tema de las pechugas, incluso antes de tener a los niños, siempre fue tema tener las pechugas grandes, me limitaba hacer hartas cosas. En el día a día, el hacer todo, complicaciones haciendo deporte, vida cotidiana, llevaba muchos años complicándome con el tema de las pechugas, me afecta para todo, las cosas de la casa, para el trabajo, sobre todo ahí ya que mi trabajo es de mucha fuerza.”

¿Cuál era la mayor complicación?

“Mi mayor complicación era de la presión, soy hipertensa, el tema de la anestesia me complicaba, era más un temor que una complicación, siempre le he tenido mucho miedo a la anestesia, si llegaba a haber un alza de presión me complicaba.”

¿Cuál era su sensación cuando se miraba?

“La verdad es que no me gustaba mirarme, nunca me gustó, sentía que era algo demasiado exagerado, que era algo que no debía estar ahí, que era demasiado grande, que era obsceno, no me gustaba mirarme al espejo, de hecho, desnuda no me miraba.”

Entendiendo que esto, para muchos podría ser un problema físico, a usted, ¿cómo le afectaba?

“Yo creo que te afecta tu autoestima, siempre me vestía con ropa oscura, con ropa negra, porque se notaba menos, porque te hace ver más delgada igual. Me afectaba el ir a comprar a una tienda sabiendo que no iba a encontrar de mi talla, no sabía cómo hacerlo, que los sostenes te quedaban mal, que se te salían las pechugas por los lados, que no eran tus tallas, que todo te quedaba chico.”

¿Cuándo tomó la decisión de operarse?

“La decisión de operarme la verdad que venía trabajándola desde hace harto tiempo, pero no se podía por un tema económico, pero la verdad que la decisión estaba tomada hace mucho tiempo. Cuando te vas haciendo más vieja, vas pensando que hay más complicaciones, que se va haciendo más inalcanzable.”

¿Qué fue lo que la motivó a tomar la decisión?

“El querer hacerlo siempre estuvo en mis planes, pero era inalcanzable, me motivó mi salud, mi espalda. El querer tener un cambio me motivo, el querer mirar al espejo, sentirte bien con lo que veías.”

¿Cómo fue el proceso?

“El proceso fue bastante lento, ya que si bien lo venía viendo hace muchos años, había tomado la decisión de hacerlo este año, pero cuando empecé a ver los presupuestos e ir a lugar a ver lugares y presupuestos era algo inalcanzable. Si bien $5 millones o $7 millones de pesos puede no sonar como mucha plata, pero para una familia de clase media como nosotros, que pagamos dividendo, que pagamos cuentas, los niños, uno se deja de lado y prioriza otras cosas; así que siempre me postergué y me dejé para el último. De hecho, este año iba a seguir así, con el presupuesto que me habían dado de otra clínica había desechado la oportunidad.

Cuando se presentó la oportunidad, la verdad que la tomamos altiro, me sentí super apoyada por mi marido y por mis hijos igual, fue algo que cayó del cielo, que no me lo esperaba. No dudamos en conseguirnos la plata porque era mucho más alcanzable, fue tan rápido que aún lo estoy digiriendo.”

¿Cómo ha sido la compañía de MADE, los doctores y enfermeras?

“La compañía de la clínica ha sido maravillosa, han sido super atentos, pensé que todo iba a ser distinto, mucho más frio, por el fondo que uno siente que están haciendo su trabajo y por el dinero, pero no me sentí para nada así, me sentí super acompañada, ellos te llaman son todos amorosos, muy amorosos, las enfermeras, las arsenaleras, la anestesióloga, la kinesióloga, los doctores, son todos muy tiernos, muy cálidos, he tenido la mejor experiencia en la clínica.”

¿Está conforme o feliz con su decisión?

“Claro que estoy conforme, me he mirado al espejo, me encanta lo que veo aún sin ver el resultado final, ya me gusta lo que veo, creo que fue la mejor decisión.”

 

¿Cómo se siente ahora?

“Me siento agradecida primero, muy agradecida, me siento bien, me gusta lo que veo, si bien aún no veo el resultado final por los parches y moretones, lo que te deprime un poco al verlo, pero ves que el resultado va a ser lo que has esperado toda tu vida no se puede explicar de ninguna manera.”

 

¿Qué piensa sobre cómo enfrentará ahora la vida?

“Optimista, llena de alegría, con muchas ganas de seguir adelante, esperar que me cambie por completo, aunque el cambio ya está, avanzar con esto, no sé, me siento demasiado feliz, demasiado complacida.”

¿Algo que quiera agregar para quienes aún no han tomado la decisión?

“Creo que fue la mejor decisión que pude tomar, me siento muy bendecida de mi familia, de la clínica. Fue la mejor decisión que pude haber tomado, ya me cambió la vida definitivamente, de acá para adelante no quiero recordar esa faceta de no mirarme al espejo, de pasar de largo. Quiero ir a comprarme cosas, aunque aún no sé en que talla quedé, pero comprarme poleras, ver la vida distinta, querer comprarme ropa, porque nunca podía, siempre tenía que comprarme lo que me quedaba suelto, que no se me notaba, pero ahora es diferente, siento que puedo comprarme lo que yo quiera, lo que me gusta, no lo que me quede, lo que me gusta y eso es un cambio del cielo a la tierra.”